Sándwich de huevo

Sándwich de huevo con queso crema y mostaza

(Para cuando solo tienes fuerzas para abrir el frigo)

A ver, que sí, que un buen sándwich puede ser arte. Que si el pan de masa madre, que si el aguacate en abanico, que si la foto con luz natural y fondo de madera reciclada. Pero seamos honestos: cuando uno abre la nevera con cara de “¿qué hago con mi vida?”, lo último que quiere es montar un bodegón. Lo que quieres es algo que se deje hacer sin pelear, sin fuego, sin cuchillos afilados. Algo que puedas preparar con una mano mientras con la otra sostienes el móvil y con la mente estás en otro planeta.

Este sándwich es eso. Es el equivalente culinario a quedarse en pijama todo el día: cómodo, sin pretensiones y sorprendentemente satisfactorio. Dos huevos cocidos (que ya vienen cocidos, no te líes), un poco de queso crema del que lleva una semana abierto y una mostaza cualquiera que no haya caducado en 2022. Lo mezclas todo sin pensar demasiado, lo untas en pan de molde y listo. Ni lágrimas, ni aceite, ni drama.

¿Lo puedes tostar? Sí. ¿Hace falta? Para nada. Aquí no venimos a impresionar a nadie. Venimos a sobrevivir con dignidad mínima y pan blando. Y si encima te queda rico, pues mira, un milagro más para apuntar en la lista.