
Para quienes se atreven a encender el fuego sin llamar a emergencias.
Aquí ya hay sudor, hay que lavar algo, y probablemente te arrepientas a mitad de receta. Pero sigue siendo cocina sin ganas: nada de marinar, flambear ni invocar espíritus culinarios. Solo el mínimo esfuerzo para que parezca que hiciste algo épico.
Ejemplos de hazañas heroicas:
Tortilla de patatas (versión vaga: patatas de bolsa, cebolla opcional, dignidad en pausa)
Pollo al horno sin marinar (porque el horno hace el trabajo y tú haces scroll)
Verduras asadas que se asan solas (tú solo las abandonas en la bandeja)
Arroz con cosas (si hay sofrito, ya eres semidiós)
Recomendación del chef: Si sudas, que sea por el vapor, no por el esfuerzo. Y si hay que lavar más de dos cosas, replantéate tus decisiones.

Feature Two
